La extraordinaria composición del amaranto se traduce en una serie de beneficios para el bienestar y la salud.
- aumenta el rendimiento físico mental: su bajo índice glucémico lo convierte en un buen alimento para el cerebro. Sus hidratos de carbono complejos, la fibra vegetal y sus proteínas contribuyen, en conjunto, a facilitar un suministro constante de glucosa a las neuronas.
-amigo del corazón: regula los niveles de colesterol sanguíneo impidiendo la reabsorción del colesterol que produce la bilis. El amaranto es más rico en grasas que la avena y estas son de gran calidad, principalmente poliinsaturadas.
-fortalece los huesos: la combinación de calcio, magnesio y fósforo fortalece el sistema óseo y contribuye a proteger frente a la osteoporosis.
-. energía sana sin gluten para celíacos: el componente principal de esta semilla son los hidratos de carbono (59%), la gran mayoría de los cuales se encuentran en forma de almidón. Y no vienen acompañados de gluten como ocurre en otros cereales. Como el índice glucémico es bajo también lo pueden tomar los diabéticos.
- aporta más fibra que otros cereales: el contenido en fibra del amaranto (6,7%) es superior al de la mayoría de los cereales y contribuye a la buena marcha del intestino y al cuidado de la microbiota o flora intestinal.